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lunes, 27 de junio de 2011

La salamanquesa y el alcornocal

Clase: Reptilia
Orden: Squamata
Familia: Gekkonidae
Género: Tarentola
Especie: Tarentola mauritanica (Linnaeus 1758)


Tarentola mauritanica
Fôret de la Mamora (Marruecos), abril 2011.

Aquí en España donde con más frecuencia vemos salamanquesas es en las paredes de los edificios de pueblos y ciudades iluminadas durante la noche por el alumbrado público, donde estos gecos se apostan al acecho de insectos atraídos por la luz.

Sin embargo hay salamanquesas también (y en abundancia) en prácticamente todos los roquedos naturales, ruinas, viaductos e incluso montones de piedras. Y viven salamanquesas también en los árboles, sobre todo en aquellos cuya corteza ofrece refugio y camuflaje a estos pequeños e inteligentes reptiles.

En el que una vez fuera considerado el alcornocal más grande del mundo, algunos kilómetros al NE de Rabat, las salamanquesas abundan sobre y bajo las cortezas de los alcornoques. Es al verlas sobre la corteza, cuando su diseño cobra sentido, un diseño que las mimetiza perfectamente con la superficie por la que se mueven cazando insectos y arañas.

La salamanquesa común es, en España y en Marruecos, un reptil claramente rupícola. Sin embargo demuestra desenvolverse perfectamente en un bosque de alcornoques en el que prácticamente no hay ninguna piedra, lo que da idea de lo versátil que puede ser esta especie.

lunes, 13 de junio de 2011

Sapo partero bético (Alytes dickhilleni)

Clase: Amphibia
Orden: Anura
Familia: Alytidae
Género: Alytes
Especie: Alytes dickhilleni Arntzen and García-París, 1995


Macho de Alytes dickhilleni portado huevos
Sierra de Segura (Jaén), junio 2011.

Este pequeño sapo no fue descrito hasta fechas tan recientes como 1995, y es una de las 5 especies de sapos parteros (género Alytes) conocidas en el mundo.

Los sapos parteros son únicos en muchos aspectos, aunque quizá el más conocido a nivel popular es el curioso modo en que los machos transportan con ellos a todas partes los huevos hasta que están listos para eclosionar, momento en el que se acercan a algún punto con agua donde los renacuajos completarán su desarrollo, que en muchos casos durará un año (larvas invernantes).

La familia de los sapos parteros, que incluye a los Discoglossus, es un linaje antiquísimo (Archaeobatrachia) dentro del orden de los anfibios, que inicia su propio camino evolutivo independiente del que sigue el resto de los anfibios hace 210 millones de años, correteando entre las patas de los primeros dinosaurios, y esquivando a la extinción hasta nuestros días. Esto da una idea del carácter único y el extraordinario valor genético que estas especies representan.

El sapo partero bético sobrevive únicamente en algunas sierras del sureste ibérico, en forma de poblaciones fragmentadas aisladas genéticamente unas de otras. Excepto en algunas pocas localidades, donde sigue siendo relativamente abundante, es un anfibio escaso y que se enfrenta a un destino incierto. E incluso sobre las poblaciones más abundantes sobrevuela la sombra de la temible quitridiomicosis, que ya demostró de lo que es capaz exterminando completamente las poblaciones de sapo partero común (Alytes obstetricans) de Peñalara.

martes, 7 de junio de 2011

Salamandras

Clase: Amphibia
Orden: Urodela
Familia: Salamandridae
Género: Salamandra
Especie: Salamandra salamandra morenica Joger & Steinfartz, 1994


Salamandra salamandra morenica
Sierra de Segura (Jaén), junio 2011.

Primeros de junio en el Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas. En las cristalinas aguas de charcas, manantiales y pozos se pueden ver unas pocas larvas de salamandra morenica.


Salamandra salamandra morenica
Sierra de Segura (Jaén), junio 2011.

Son estas las rezagadas, a punto ya de completar su desarrollo larval y abandonar su naturaleza acuática, como han hecho ya la mayoría de sus hermanas.


Salamandra salamandra morenica
Sierra de Segura (Jaén), junio 2011.

En los alrededores de las charcas puede verse a las que ya han dado el paso hacia la vida terrestre, diminutos metamórficos que hace apenas unos días respiraban mediante branquias el oxígeno disuelto en el agua y que ahora estrenan pulmones.

La presencia de salamandras es indicador de que el agua no está contaminada, siendo completamente falsa la creencia, muy extendida por ciertas comarcas, de que si se bebe agua de donde hay salamandras te quedas calvo.

Por cierto, a ver quién sabe quien es el invitado sorpresa que se ha colado en la primera foto.